“NO TIENEN VINO” Jn 2, 3

María es la mediadora excelsa entre Jesús y nosotros.

P. Gustavo Pascual, IVE.

Ya en las bodas de Caná[1], por pedido de la Virgen Santa, Jesús adelantó su hora e hizo su primer milagro. A partir de entonces la Santísima Virgen sigue siempre intercediendo por nosotros ante su Hijo. Por eso los Santos Padres y los Papas la llaman “Omnipotencia Suplicante”[2] ya que es capaz de obtener de Dios todo lo que le pide en la oración. Los católicos nos dirigimos suplicantes a ella porque su oración es mejor escuchada por Jesús[3].

“No tienen vino”, palabra que María pronunció en unas bodas en Caná[4] y que motivó el comienzo de los milagros de Jesús.

            Caná es epifanía. Sigue a la epifanía de los gentiles y del bautismo de Jesús. Es epifanía del poder y de la divinidad de Jesús[5].

            Caná es símbolo. Símbolo de la gracia representada por el agua[6] y del amor representado por el vino.

            La falta de vino hizo que María por amor a los esposos pidiera el milagro y que Jesús por amor lo realizara.

            Y este vino excelente que el maestresala probó y que era mejor que el anterior[7] es el buen vino de la caridad faltante en el Antiguo Testamento[8].

            Símbolo de la Eucaristía ya que Jesús en este milagro adelanta “su hora” que es la hora de su Pascua[9] y también muestra su poder sobre los elementos de la naturaleza convirtiendo el agua en vino. La Eucaristía será el sacramento de su Pascua y será un milagro permanente donde Jesús está presente bajo las apariencias de vino.

            Símbolo de la dignidad del sacramento del matrimonio. Jesús y María santifican con su presencia aquellas bodas.

            María fue la primera en recibir la revelación de los principales misterios de nuestra fe, en Caná es la primera en conseguir y presenciar un signo de su Hijo.

            María conoce las necesidades de nuestra vida hasta las más triviales. Se dio cuenta de la necesidad de los novios y pidió el milagro.

            En unas bodas el vino ayuda a la alegría. María nos trae a Jesús y con Él todo lo que necesitamos para vivir con alegría. Ella es causa de nuestra alegría. María se congratula con nuestra alegría como lo hizo con los esposos en Caná.

            Y María en este detalle de tratar de subsanar la necesidad de los esposos nos da ejemplo de caridad perfecta. Ve la necesidad sin que se la digan y es porque el que ama sale al encuentro del amado para amarlo, se adelanta… María quiere remediar nuestras necesidades, hasta las más pequeñas. María ante Jesús expresa sencillamente la necesidad para que El la remedie. Caridad eficaz que pone los medios, pide a Jesús.

            María también nos da ejemplo de modestia y discreción en el modo de proceder “no tienen vino”. El que ama presenta la necesidad para que el amado haga lo que le plazca. Y así es mejor… porque Dios sabe lo que nos conviene, se compadece del necesitado que pide humildemente.

            María no retrocede en su empeño a pesar de las palabras “aparentemente duras” de Jesús[10]. “Que tengo yo contigo”, semitismo que según el contexto parece decir que no es el momento oportuno para obrar… “Mujer” que parece áspero comparado con Madre o María. Pero según las interpretaciones esta “Mujer” se refiere al libro del Génesis[11] y significaría la maternidad espiritual de María, nueva Eva. Aquí intercediendo por las necesidades de sus hijos. Al pie de la cruz[12] dándolos a luz.

            María con confianza ilimitada dice simplemente: “haced lo que El os diga”. María conoce el poder de su Hijo y tiene fe indudable en Él, confía en su liberalidad.

            María es la mediadora excelsa entre Jesús y nosotros.

            “Haced lo que Él os diga”; contiene un programa de vida para llegar a la santidad.

            María es modelo de fe para todos nosotros[13]. En Caná por su intercesión creció la fe de los discípulos[14].

[1] Jn 2, 1‑11

[2] Cf. Alastruey, Tratado de la Virgen Santísima, BAC Madrid 1945, 771.

[3] Buela C., El Catecismo de los jóvenes…, 51-2

[4] Cf. Jn 2, 1-12

[5] Cf. v. 11

[6] Cf. Jn 19, 34

[7] Cf. v. 10

[8]  Cf. Mt 22, 37-40

[9] Cf. Jsalén. (edición 1998) a Jn 2,4.

[10] Cf. v. 4

[11] 3,15.20

[12] Cf. Jn 19, 26

[13] Cf. L.G. nº 63

[14] Cf. v. 11

“Breves del monasterio de la Sagrada Familia”

Desde la casa de santa Ana

Queridos amigos:
Por gracia de Dios estas últimas semanas no han dejado de ser intensas, tanto por los trabajos de mantenimiento cuanto de los apostolados realizados en el monasterio; razón por la cual nos ha resultado difícil poner nuevas publicaciones respecto a la casa de santa Ana. Sin embargo, seguimos recibiendo sus saludos y oraciones como siempre, así como sus palabras de acompañamiento a la distancia, por lo cual aprovechamos ahora para compartrles algunas líneas sobre este último tiempo.
Mantenimiento
Por gracia de Dios vamos poco a poco realizando pequeños arreglos, como algunos nuevos letreros (y otros que pronto prontamente llegarán), nuevas flores de temporada; comenzar a restaurar los asientos para el jardín, etc.
Peregrinación a Nazaret
Hace aproximadamente dos semanas, un segundo grupo de hermanas pudo realizar la peregrinación de Séforis a Nazaret, pidiendo especialmente por las vocaciones y por nuestra familia religiosa; que sean cada vez más las almas generosas que acepten el llamado de Dios a servirlo en favor de las almas en tierra de misión.
Visitas al monasterio
Como ya les hemos contado, actualmente la mayoría de quienes nos visitan son locales no cristianos, quienes se muestran muy interesados en conocer nuestro estilo de vida y poder compartir algún momento con los monjes de Séforis, gran oportunidad para aprender recíprocamente sobre lo que cada cual cree y testimonia; siendo realmente muy enriquecedor y fecundo. Por otro lado, estamos recibiendo más grupos de cristianos locales que vienen a rezar, y esta es para nosotros una gran alegría, ya que hace mucho tiempo no veíamos las velas de las imágenes de los santos de la capilla encendidas por ellos, y nuevamente -poco a poco-, podemos encontrarnos con los asientos de la capilla ocupados por devotos que elevan a Dios sus plegarias desde la casa de santa Ana.
Voluntarias y más ayudas al monasterio
Bien sabemos que la vida en el monasterio, y en toda comunidad religiosa, es intensa física como espiritualmente. Es así que hemos podido recibir con gran alegría a 3 de nuestras hermanas de Belén: la M. Cielo (Provincial), entre ellas, quienes decidieron venir a hacer unos días de “voluntariado”, dándonos una ayuda enorme especialmente en lo que respecta a la capilla y sacristía, además de la hospedería. También hemos recibido pequeñas donaciones y ayudas que nos han permitido contribuir a pequeños arreglos y sustento del monasterio. Les agradecemos enormemente, al igual que a ustedes por sus oraciones.
Feligreses de Séforis
Gracias a Dios, pese a las dificultades que han afectado la apertura y capacidad de recepción de fieles en las distintas iglesias; hemos podido continuar con la santa Misa del fin de semana con algunos amigod y feligreses que nos acompañan regularmente. Ya que aquí el Domingo es día laboral, hemos comenzado desde hace unos meses a tener la Adoración de la tarde y a continuación la santa Misa con nuestros amigos, luego de la cual compartimos una media hora de encuentro fraternal con el correspondiente café.
Eutrapelia sacerdotal
Gracias a Dios hemos podido encontarnos en Belén con nuestros padres, pudiendo participar de una aradable eutrapelia (tiempo para compartir en comuniad), incluyendo al P. Romanelli quien nos visita unos días, y con quien pudimos rezar el santo Rosario en 5 lenguas desde el jardín del monasterio, transmitido en directo; siendo muchas las personas que nos acompañaron pese a la diferencia de horario en tantos países.
Damos gracias a Dios por tantas gracias recibidas de su bondad, por su Divina Providencia que no deja de hacerse presente con sus manos llenas de bendiciones en favor de las almas; y como siempre nos encomendamos a sus oraciones, comprometiendo las nuestras por sus necesidades materiales y espirituales, e intenciones, desde la casa de santa Ana.