Archivos de categoría: Noticias

“Providencialmente llegó para la cuaresma”

Nueva imagen de nuestro Señor para el Vía Crucis de la basílica

Queridos amigos:

Acabamos de comenzar el tiempo de Cuaresma, invitación a la conversión mediante la contemplación de la sagrada Pasión de nuestro Señor. En este tiempo debemos acrecentar nuestra piedad y nuestra vida de oración, para alcanzar aquellas gracias que la Divina Providencia ha dispuesto de manera especial en este tiempo para transformarnos espiritualmente en mejores; tiempo de dar más limosnas a quienes lo necesitan y así reparar nuestras faltas y practicar la caridad; tiempo de sacrificios y privaciones por amor a Dios, por amor a la virtud, al bien, a lo mejor… a la santidad. Es por eso que, además del santo rosario y demás prácticas de devoción que siempre son fecundas, siempre nos benefician, también es muy recomendable rezar el santo Vía Crucis, y mejor si es en comunidad, porque “donde hay dos o tres reunidos en el nombre del Señor, allí está Él en medio de ellos”, y en este caso de manera muy especial, pues esta piadosa devoción produce grandes frutos en el alma que la reza con profunda piedad y aprende a adentrarse más y más ese gran misterio del Dios encarnado viniendo a tomar el lugar que le corresponde a los culpables y sufrir lo indecible, sin retroceder jamás, pues la nobleza de su amor lo llevó hasta las últimas consecuencias, hasta el calvario y la cruz por cada uno de nosotros.

Es por eso que hace años rezamos en cuaresma el santo Vía Crucis por la basílica, recorriendo cada una de las estaciones que ornamentan con llamativa sencillez los muros de las ruinas que resguarda el monasterio, pero este año es diferente, especial, pues por gracia de Dios pudimos conseguir y colocar una hermosa imagen de nuestro Señor Jesucristo en la 12ª estación, y llegó justo para la Cuaresma gracias a esas cosas de Dios:

Un sacerdote amigo de un sacerdote nuestro, le contó acerca de un lugar donde vendían cosas antiguas: muebles, vajilla, adornos, etc., pero también imágenes que venían tristemente de iglesias que se habían cerrado; fue así que, una vez conseguida la dirección fuimos a tratar de rescatar al menos alguna de esas imágenes y devolverlas a la devoción de los feligreses, y la verdad es que gracias a Dios pudimos conseguir más de una, tanto nosotros como nuestras  hermanas (nosotros gracias a nuestros padres misioneros que nos regalaron una hermosa Sagrada Familia de Nazaret y un bellísimo Sagrado Corazón, además de un crucifijo para el altar); y si bien nos hubiera encantado traerlas todas, no tenemos obviamente ni el dinero ni el lugar donde ponerlas, pero lo importante es que varias están ahora donde les corresponde: conventos, monasterios y capillas. Pero volviendo un poco atrás, el día en que llegamos al lugar había que ponerse a recorrer y buscar entre muebles polvorientos, lámparas, espejos, y tantas otras cosas, para encontrar lo que buscábamos. Y fue justamente detrás de una puerta que daba a una vieja escalera, la cual subía a unas viejas habitaciones, donde entre un montón de cuadros viejos y tapados de tierra, se dejaba ver apenas un hermoso rostro, en el suelo, sucio, un poco roto y despintado, pero realmente hermoso… Fue en ese mismo momento en que “se dejó encontrar” por nosotros que en seguida fue pensado para estar donde ahora está: formando parte del Vía Crucis del monasterio, mirando hacia la imagen de santa Ana, en la 12ª estación que conmemora la muerte más importante de la historia porque es la única capaz de producir vida, salvación y eternidad. Así que, una vez en casa y restaurado, sólo quedaba ubicarlo donde corresponde y se destaca, llamando la atención de los turistas (los no cristianos que vienen a visitar por el aspecto histórico de este lugar), respondiendo a la piedad de los peregrinos, y contribuyendo delicadamente a la oración comunitaria de los monjes. Y, por supuesto, hicimos la solemne bendición de esta hermosa imagen.

Damos gracias a Dios y a la Sagrada Familia por cada uno de esos “detalles” que la Divina Providencia tiene constantemente con la casa de la abuela de nuestro Señor, gracias a ustedes por sus oraciones a la distancia por apartado lugar que poco a poco ha ido reviviendo y llamando a los peregrinos a rezar en la sencillez de sus muros y simplicidad de su capilla. Les deseamos a todos una muy fecunda cuaresma, y que cada uno de nosotros se determine seriamente a ser generosos con Dios en nuestro tiempo para rezar y acompañarlo a su sagrada Pasión en este próximo Triduo Pascual. Que aprendamos de nuestro Señor a abrazar también nuestra cruz con alegría sobrenatural, sabiendo que esconde en sí un manantial de bendiciones para quienes la sepan aprovechar principalmente para unirse más a Dios:

“La llevas hoy conmigo y por mí y, de una manera admirable, quieres que ahora yo, como entonces Simón de Cirene, lleve contigo tu cruz y que, acompañándote, me ponga contigo al servicio de la redención del mundo. Ayúdame para que mi Vía crucis sea algo más que un momentáneo sentimiento de devoción. Ayúdanos a acompañarte no sólo con nobles pensamientos, sino a recorrer tu camino con el corazón, más aún, con los pasos concretos de nuestra vida cotidiana. Que nos encaminemos con todo nuestro ser por la vía de la cruz y sigamos siempre tus huellas.” Benedicto XVI

Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia.

En Facebook: https://www.facebook.com/m.seforis/posts/pfbid026jjxK9tFuVBDdBTgXRnU1VYKcxBUXucfYksHSeKAqM3pTjZjroLKA6fye4Ycidq2l

 

¡Llenemos el Cielo de oraciones!

Desde Tierra Santa

Queridos amigos, queridos muchísimos amigos:

Como ya todos saben, el pasado 7 de octubre cambió absolutamente el ambiente en Tierra Santa y más allá, pues ha hecho eco, y ese eco se sigue extendiendo. Personalmente, me encontraba en el jardín con el hermano Diego poniendo los letreros nuevos de la oración a santa Ana y san Joaquín, y estábamos realmente felices pues cada último arreglo en el monasterio, por pequeño que fuera, había sido realizado gracias a la ayuda de los últimos grupos que nos venían a visitar de manera cada vez más seguida. Pero a eso del mediodía revisé el teléfono, y vi que me estaban entrando un montón de mensajes preguntando si estábamos bien, a partir de los cuales revisamos las noticias y nos encontramos ante esta triste realidad que desde entonces sigue azotando esta bendita tierra y sus contornos, triste acontecimiento ante el cual no hay más que doblar las rodillas ante el sagrario y redoblar las oraciones y los sacrificios suplicando por el fin de esta guerra que como siempre y como todas, no deja de golpear y llevarse con ella a tantos inocentes y dejando dolor por donde pasa y más allá, pues la injusticia de sus males grita fuerte y los dolores que genera llegan lejos, llegan dentro, y no pueden pasar desapercibidos por nuestros corazones y los de todos aquellos que hoy por hoy miran hacia Tierra Santa con aflicción…, pero no tan sólo aquí, pues en diversas partes del mundo este mal tiene sus sucursales de sufrimiento. Sin embargo, ante esta triste realidad que nos ha envuelto con su sombra, quiero compartir con ustedes también aquella otra realidad que para muchos está pasando desapercibida, una realidad que aun en medio de todo este dolor arrastra aires de consuelo, consuelo sobrenatural, claro, aquel en sabe ofrecer esperanza entre las lágrimas, aquel que ofrece paz interior al que pone sus ojos en el Cielo, aquel que entusiasma y mueve a abrazar la cruz de Cristo y la nuestra con todas nuestras fuerzas, con toda su crudeza, sí, pero también con aquella misteriosa convicción de que “todo ocurre para el bien de los que aman a Dios”, palabras difíciles de comprender en circunstancias tan oscuras como estas, pero no por eso menos verdaderas pues son palabra de Dios y Dios no miente, y es Él mismo quien no deja de ofrecer su eternidad a todos aquellos que, pese a todo sufrimiento, perseveren con fe hasta el final. Esa realidad, esa consoladora realidad, es el aquella que nos dice que nuestro Dios nos ama tanto, que aun en medio de toda esta situación no deja de sacar bienes; porque su paterna bondad no deja de abrirse paso entre los escombros, ni entre las heridas más profundas o ante la angustia más cruel. Sé bien lo difícil que puede ser leer estas palabras, pero no deseo más que compartirles lo que desde este lugar, y en medio de todo esto, no dejamos de contemplar con gran esperanza sobrenatural; pues no podemos llegar a percibir los bienes sobrenaturales, reitero, que se están suscitando y extendiendo al mismo tiempo que el mal desea hacerlo, y que son más poderosos, porque apuntan hacia el Cielo, porque hacen milagros en las almas: no podría en este momento contar la cantidad de mensajes de apoyo desde tantas partes del mundo que nos han llegado a partir de aquel oscuro y terrible 7 de octubre; no podemos mensurar la cantidad de personas que están comprometiendo sus oraciones y sacrificios por la paz en Medio Oriente y en el mundo entero, formando parte de una especie de cruzada espiritual en la que cada día se unen más corazones para clamar al Cielo por el fin de la guerra, es decir, todo este mal que es ciertamente real, cruel, horrible, y sin embargo no ha podido impedir el obrar de Dios en tantos corazones que, movidos por la compasión, por la fraternidad, por la misma fe, han comenzado a sentirse y saberse enardecidos por la el santo deber cristiano de rezar unos por otros, especialmente por los más necesitados. Con esto, obviamente, no pretendo aminorar en nada esta espantosa calamidad, ¡nada de eso!: debemos seguir rezando más y más para que todo esto termine y no haya más víctimas inocentes ni de uno ni de otro bando, ¡ni de ninguna parte!; lo que estamos diciendo es que debemos continuar y hacer imparable este bien espiritual de la oración y el sacrificio ofrecidos por el término de las guerras y por el bien espiritual de tantas almas que quizás se han podido mantener en pie gracias a estas oraciones y sacrificios que se están uniendo con constancia y confianza a la gracia de Dios que es la que concede fortaleza y la esperanza sobrenatural. “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” dice Jesucristo, sí, el Hijo de Dios y Dios verdadero, el que “nos sostiene en nuestras luchas”; ahora bien, desde todo el mundo no somos solamente dos o tres sino innumerables corazones, y cada vez más, los que estamos rezando y llenando el Cielo de oraciones y sacrificios en este momento, unidos por esta noble causa y santa obligación de amor; pero no sólo eso, sino que muchas personas a partir de esta generosidad en elevar fielmente sus plegarias, han comenzado a recibir hermosas gracias en recompensa, especialmente gracias de conversión, que han encontrado una veta de entrada en sus corazones a partir de la compasión por sus hermanos más necesitados; muchas almas se están comprometiendo con Dios en este momento; muchas almas que antes no lo hacían están comenzando a rezar; muchas almas que en el mundo habían tomado cierta distancia de otras por diversas razones, se están uniendo ahora para presentar al Cielo sus ofrendas espirituales en favor de los demás. Nos han escrito personas de otras religiones comprometiendo sus oraciones por nosotros; nos han llegado mensajes de personas que hace años habían dejado de asistir a la Iglesia para decirnos que nos tienen presente en sus oraciones; acá mismo, sólo Dios sabe cuántas almas se habrán acercado al sacramento de la confesión de cara a la posibilidad de tener que presentarse ante el Creador solamente con sus obras, es decir, lo que hemos hecho con el don de la vida; cuántas personas en los lugares más afectados se han reunido en las iglesias para rezar como nunca antes lo habían hecho, descubriendo y aferrándose al hermoso tesoro de saberse en paz con Dios, de tener la certeza de encontrarse entre sus amigos más cercanos, sus íntimos, por saberse en gracia y estar ahora sincera y confiadamente abandonados a su santa voluntad; cuántos grupos de oración se han revitalizado o se han formado, incluso entre las familias; cuántas cadenas de oración se han ido extendiendo; cuántas novenas, triduos, peregrinaciones, etc., han comenzado en estos días para seguir llenando el Cielo, como hemos dicho, de oraciones y sacrificios; cuántas familias se han acercado o reconciliado con sus seres queridos, especialmente los que están en los lugares de mayor peligro, etc.

La lista podría ser bastante más extensa, pero creo que con esto es suficiente para dar una pincelada acerca de lo que desde acá podemos constatar y deseamos compartirles, un ápice de aquellos bienes ocultos y fecundísimos que, pese a todos estos sufrimientos, no dejan de abrirse paso silenciosamente hasta llegar a lo más profundo de las almas que más los necesitan, todo gracias a la bondad divina y a vuestras valiosísimas oraciones y sacrificios.

Queridos todos, sigamos rezando por favor, sigamos ofreciendo y no dejemos, no nos cansemos de golpear las puertas de los Cielos pidiendo el fin de esta y de todas las guerras.

Desde este sencillo lugar, correspondemos a vuestras plegarias con las nuestras, y pedimos especialmente por medio de la Sagrada Familia, que Dios siga bendiciendo vuestra bondad y ofrecimientos con abundantes gracias espirituales; y les pedimos también unirse a una especial petición que llevamos haciendo desde hace un tiempo y ahora más que nunca deseamos compartir: que Dios suscite grandes santos en estos tiempos difíciles, para que con sus oraciones y ejemplos nos sostengan y “arrastren” con su caridad a incontables almas para el Cielo.

 

P. Jason, IVE.

Monasterio de la Sagrada Familia.

El Papa convoca para el 27 de octubre una Jornada de Oración y Ayuno por la Paz

Queridos amigos:
Desde Tierra Santa invitamos a todos a unirse a esta nueva Jornada de oración y ayuno por la paz, la anhelada paz que ponga fin a esta terrible guerra que tantos sufrimientos sigue causando. No dejamos de agradecer vuestras oraciones y acompañamiento a la distancia, ojalá pudiéramos responder con largueza a todos vuestros mensajes tan caritativos y tan preciados; sin embargo, no dejamos de agradecer con nuestras oraciones, en la cuales además de la constante petición del fin de la guerra, ponemos todas vuestras intenciones, “las de todos aquellos que rezan por nosotros, los peregrinos que han pasado y pasarán por la casa de santa Ana; familiares, amigos, bienhechores y los más necesitados, de manera especial los enfermos y los más alejados de Dios”. No bajemos los brazos, sigamos llenando el Cielo de oraciones y sacrificios por la paz, paz en el mundo y paz en los corazones, sacando de entre todo este mal, de entre el lodo y los escombros de las miserias causadas por el terrible azote de la guerra, aquellos bienes misteriosos y ocultos que Dios siempre sabe sacar y brindar a quienes con mirada sobrenatural se determinen a conseguirlos: el robustecimiento de la fe, el crecimiento en el santo abandono, la firme decisión de querer santificarse, el sensato discernimiento de qué es lo esencial y lo secundario en nuestra vida; la mirada del alma fija en la eternidad, el santo deseo de rezar y ofrecer sacrificios por nuestros hermanos más necesitados, la revaloración de cómo y en qué invertimos nuestro tiempo; en fin, tomar la noble y santa decisión de llevar una vida espiritual seria, aferrada a Dios, enamorada de Dios, confiada en Dios.
Seguimos siempre en unión de oraciones queridos hermanos, ¡sigamos llenando el Cielo de oraciones y sacrificios por la paz!; que la Sagrada Familia interceda por todos vosotros, sabiendo recompensar cada uno de sus esfuerzos por ayudar a esta noble causa en que nos debemos involucrar siguiendo el llamado de la caridad de Jesucristo.
En Cristo y María:
Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia,
Séforis, Tierra Santa.

Solemnidad de santa Ana y san Joaquín en Séforis

Queridos amigos:
Como saben, este año la solemnidad de santa Ana y san Joaquín ha sido del todo especial, en primer lugar porque la hermosa imagen de santa Ana con la Virgen niña finalmente está en su altar correspondiente, pero además porque la santa Misa ha sido presidida por el P. Wojciech Bołoz, nuevo guardián de Nazaret, acompañado de más frailes franciscanos de Nazaret con quienes mantenemos siempre una grata fraternidad; además, la liturgia culminó con la solemne bendición de la imagen, estando presente los feligreses, varios sacerdotes, un obispo y los ingenieros que nos ayudaron a colocarla, así como nuestros feligreses de los sábados y 3 sacerdotes misioneros quienes pudieron concelebrar con nosotros y nuestros padres de Belén, ayudando con los cantos y la liturgia varias de nuestras hermanas SSVM. En fin, una hermosa santa Misa como corresponde para exaltar a los padres de María santísima:
“San Joaquín y santa Ana fueron el instrumento por el cual la Virgen, ya desde niña, aprendió la maternidad que posteriormente se extendería a toda la humanidad, es decir, que fueron el primer ejemplo de lo que implica realmente ser madre o padre. Decía san Juan Pablo II: “La figura de Santa Ana, en efecto, nos recuerda la casa paterna de María, Madre de Cristo. Allí vino María al mundo, trayendo en Sí el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción. Allí estaba rodeada del amor y la solicitud de sus padres Joaquín y Ana. Allí «aprendía» de su madre precisamente, de Santa Ana, a ser madre… Así, pues, cuando como «herederos de la promesa» divina (cf. Gál 4, 28. 31), nos encontramos en el radio de esta maternidad y cuando sentimos de nuevo su santa profundidad y plenitud, pensamos entonces que fue precisamente Santa Ana la primera que enseñó a María, su Hija, a ser Madre”. Es decir, que, en san Joaquín y santa Ana, la Virgen conoció desde su infancia lo que implica el rol de los padres respecto a sus hijos: preocupación por ellos, renuncia, sacrificio, dolor de sus males y alegría de sus bienes; consuelo, compromiso y todo esto sin condiciones, porque así son las buenas madres, con un amor que no sabe de límites y no duda en olvidarse de sí con tal de beneficiar, especialmente el alma, de los hijos.”
Damos gracias a Dios y a la Sagrada Familia por todos los beneficios recibidos durante la novena en honor de santa Ana y san Joaquín, la cual estuvo especialmente dedicada a pedir por las intenciones y necesidades de todos aquellos que nos acompañan con sus oraciones a la distancia, y también pidiendo por las necesidades del monasterio.
¡Siempre en unión de oraciones!
En Cristo y María:
Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia,
Séforis, Tierra Santa.
En Facebook (con fotos):
https://www.facebook.com/m.seforis/posts/pfbid0UaTy9D4T4Sq9pzmTwEyBVU3TBnznt6FKzc6hrBdsRuhwiTw6tPCEHkTbMK4qkcC4l

¡Santa Ana llegó a su casa!

Finalmente en su lugar…

Hace más de 4 años tuvimos uno de aquellos encuentros que la Divina Providencia sabe disponer muy bien según sus bondadosos designios. Una mañana, mientras me encontraba sacando malezas y barriendo junto al muro que da hacia el valle, vi pasar por abajo a un sacerdote con quien desde lejos nos saludamos alzando las manos, y luego de eso simplemente seguí trabajando. A los pocos minutos entraba el joven sacerdote que resultó hablar español, y luego de darle la bienvenida y presentarnos brevemente me preguntó qué lugar era este, a lo cual le respondí con simplicidad que era el lugar donde estaba la casa de santa Ana, haciendo esbozar al padre una gran sonrisa que lo acompañó todo el tiempo que le expliqué un poco acerca de la tradición de los abuelos del Señor aquí con María santísima niña, luego la Virgen con san José y Jesús con total probabilidad y luego algo acerca de nuestra presencia allí desde que la Custodia de Tierra Santa nos abrió amablemente las puertas del lugar para poder dedicarnos a cuidarlo y rezar. A continuación, vino su respuesta a mi breve explicación, la cual esta vez fue a mí a quien le arrancó una gran sonrisa, también de admiración, cuando me dijo que justamente su parroquia, en Arizona, se llamaba “santa Ana”, y que no sabía que existía este lugar ni mucho menos que Dios lo haría llegar aquí para sorprenderlo.

Luego de rezar largamente en la capilla, el P. Sergio se vino a despedir amablemente diciéndome que estaba muy agradecido de Dios por esta sorpresa y que deseaba hacer algún regalo a futuro para este lugar santo, y fue así como le confié en seguida el deseo que tenía desde que llegué: colocar una imagen de santa Ana para conmemorar su estadía en Séforis, pero que solamente le pedía oraciones a él y a su parroquia que rezaran por esta intención, pues escapaba absolutamente a nuestras posibilidades; “cuenten con nuestras oraciones” fue su pronta respuesta antes de despedirnos y quedar contactados por mail.

Pues bien, 3 meses después recibo un mail del P. Sergio, lo cual me dio mucho gusto ya que se encontraba ya presente en nuestras oraciones así que saber algo de él me alegró bastante, así que abrí el correo y al comenzar a leer ya el resto fue todo emoción, ya que me comunicaba que había hablado con sus parroquianos para contarles cómo la Divina Providencia lo había sorprendido, y fue así que él y toda la parroquia decidieron poner manos a la obra, y con admirable generosidad comenzaron a juntar ayuda y hacer lo posible para contribuir a la intención que les habíamos encomendado en sus oraciones, y que se había traducido en una de las mejores y más emocionantes noticias que el monasterio ha recibido: ellos mismos donarían la imagen de santa Ana con la Virgen niña para que nuestra santa “volviera a estar presente en su casa”… no recuerdo haber danzado de alegría como el rey David, pero sí que el corazón me saltó de emoción, llenándome de la gratitud que para siempre tendrá esta parroquia y el padre de parte de nuestro monasterio, el cual siempre los tendrá presente en sus plegarias.

El resto fue realmente un abrirse paso a través de variadas dificultades hasta poder finalmente recibir a santa Ana en el monasterio, por lo cual nos repetíamos a menudo, “esta imagen será de grandes bendiciones, pues está costando hacerla llegar”; así hubieron inconvenientes en aduana, después con la colocación, luego con los costos inaccesibles para nosotros respecto a las grúas, luego el hecho de encontrar la maquinaria precisa, etc. Finalmente, luego de rezarle especialmente a santa Ana y toda la Sagrada Familia, la Divina Providencia puso en nuestro camino personas buenas y generosas que nos ayudaron a conseguir la ayuda necesaria para llevar a término dicha empresa. Desde hace meses la intención de colocar la imagen de manera definitiva no dejó de estar presente en nuestras oraciones, en la santa Misa, pidiendo rezar a nuestros amigos de Facebook y peregrinos; y religiosos y religiosas de nuestras misiones por el mundo, especialmente de los monasterios.

Ayer, finalmente, y luego de haber conseguido con grandes esfuerzos la maquinaria, y haber tenido que sacar los portones del monasterio para hacer entrar la grúa “literalmente con un centímetro de separación del muro a cada lado de la grúa”, santa Ana llegó a su casa, a su lugar definitivo, sobre una base colocada junto al altar que preparamos en su honor. Tanta era nuestra alegría que apenas salieron los trabajadores, después de haber colocado nuevamente los portones no sin gran esfuerzo, nos fuimos corriendo a preparar la santa Misa de acción de gracias junto a santa Ana y la Virgen, quienes desde ahora miran hacia en lugar donde la pequeña María santísima habrá jugado en su niñez, donde san Joaquín y santa Ana habrán compartido con ella sus juegos inocentes y la habrán visto crecer; donde san José habrá trabajado con Jesús en algún momento dejando su santa huella, santificando lo cotidiano, santificando la familia y el trabajo, y donde ahora, después de varios siglos, nuevamente hay un sagrario resguardado por la sencillez del monasterio, y donde los peregrinos poco a poco comienzan a aparecer para venerar lo que fue la casa de santa Ana, convertida en monasterio y santuario que siempre en silencio los espera para ofrecer esa grande y profunda consideración, breve pero que en sí misma encierra mucho: por aquí pasó y vivió toda la Sagrada Familia.

Gracias a todos aquellos que nos han ayudado con sus oraciones y económicamente, gracias al P. Sergio y la Parroquia santa Ana, gracias a todas las almas que desde la distancia contribuyen con sus plegarias y sacrificios, y gracias especialmente a la Sagrada Familia, cuya intercesión de deja conocer constantemente estando aquí.

Con nuestra bendición, en Cristo y María:

Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia,

Séforis, Tierra Santa.

En Facebook (con fotos): https://www.facebook.com/m.seforis/posts/pfbid0iuSfj8e5pqDQxgkRXmVcECL6w9ZAwsjP5KxEBsHcUxHpC8ht9Ly8xPDV5kgDUYB6l

PEDIDO DE AYUDA

“Dos proyectos para la casa de santa Ana”
Queridos amigos:
Como bien lo saben, especialmente aquellos que nos acompañan en este apostolado por medio de Facebook hace varios años, siempre sus oraciones han sido para nosotros la ayuda más importante, ha sido gracias a la Sagrada Familia y vuestras plegarias que después de estos 17 años en Séforis, gracias a Dios poco a poco el monasterio ha sido mejorando, pese a la simplicidad que siempre esperamos poder conservar. En esta oportunidad queremos hacerles un pedido especial extra a aquellos que puedan colaborar con lo que sea, económicamente hablando, pues cada aporte es valioso para nosotros, es por eso que para beneficiar este santo lugar que gracias a Dios se ha ido haciendo más conocido como lugar de peregrinación, es que hemos realizado dos proyectos que esperamos sean de gran beneficio para los peregrinos que cada día nos visitan. Ya conocerán nuestro estilo de vida sencillo que no nos permite conseguir esto sin ayuda, siendo la principal -reiteramos-, vuestras piadosas oraciones.
Cuenta para ayudar: paypal.me/casadesantaana
Primer proyecto: IMAGEN DE SANTA ANA
Colocación definitiva de la hermosa imagen de santa Ana regalada por la parroquia dedicada a nuestra querida santa en Arizona, la cual mediante el P. Sergio Fita, párroco en aquel entonces, realizó la generosa recaudación para la hermosa imagen hecha de mármol de Carrara, Italia, de dos metros de altura y una belleza que realmente conmueve; y no sólo eso, sino que además se encargaron hasta del traslado hasta acá: ¡eternas gracias! El inconveniente hasta ahora había sido la dificultad de conseguir una empresa para la colocación definitiva debido tanto al difícil terreno del monasterio cuanto al costo de la misma. Por gracia de Dios, un cristiano de Nazaret nos ha ofrecido realizar la colocación sin pedirnos más que lo necesario para los materiales (base de la imagen) y pagar la maquinaria necesaria (una diferencia increíble contra la primera empresa a la cual consultamos). Una vez dada la confirmación, en tan solo dos semanas estaría nuestra querida santa Ana con la santísima Virgen niña en su lugar definitivo, para la devota veneración de todos aquellos que vengan a visitar el lugar, ¡santificado por la Sagrada Familia hasta los abuelos!
El costo de este proyecto es de 14.930 NIS (4.078,52 dólares actualmente)
Segundo proyecto: TECHO PARA LOS PEREGRINOS
Como sabrán aquellos que hayan venido a visitarnos, el monasterio es sumamente simple en su aspecto externo: la imponente ruina de la basílica con su pequeña capilla para unas 15 personas, el parque de los olivos y el jardín de la Virgen y las dos habitaciones y comedor de los monjes, nada más. Es por eso que al salir el sol (que acá es muy fuerte y con altas temperaturas), desgraciadamente no podemos ofrecer a los peregrinos más sombra que la de algún que otro pequeño árbol, lo cual desde hace años hemos querido solucionar pero nos ha resultado imposible. Es por eso que recurrimos también a vuestra ayuda para financiar este segundo proyecto, el cual consiste en un gran techo de madera de 6 x 6 metros, muy firme debido a la fuerza del viento al medio día aquí, especialmente en verano, y como resguardo para aquellos que vienen a rezar, el cual estaría ubicado junto al llamado mirador, que es la parte baja del muro del monasterio que mira hacia los sembrados de abajo del monasterio, una linda vista realmente.
El costo de este proyecto es de 36.410 NIS (9.941,68 dóllares actualmente)
Al ser cantidades tan grandes, obviamente comenzaremos por la colocación de la imagen y posteriormente pasaremos al techo para los peregrinos, buscando por nuestra parte la manera de seguir juntando lo necesario hasta poder tener todo. Si llegamos a conseguir todo les haremos saber en seguida para que no sigan donando, no queremos abusar de vuestra generosidad, en cuanto tengamos para los proyectos les avisaremos.
Desde ya muchas gracias a todos, queridos amigos, les recordamos que vuestras oraciones son el aporte más valioso para nosotros, ya que gracias a ellas este sencillo monasterio poco a poco se ha ido convirtiendo en un lugar más de peregrinación y apostolado que solamente Dios sabe a cuántas personas verdaderamente ha podido ayudar un poco, se los decimos a la luz de los mensajes que nos llegan por interno agradeciendo en más de una ocasión alguna palabra, alguna homilía, alguna frase de algún santo que sólo por gracia de Dios han leído en un momento importante y de lo cual Dios se ha valido para tocar algún corazón o simplemente instruir respecto a nuestra fe.
Desde ya agradecidos con todos ustedes y con nuestra bendición, en Cristo y María:
Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia,
Séforis, Tierra Santa.

REQUEST FOR HELP

“Two projects for St. Anne’s House”.

Dear friends:

As you well know, especially those of you who accompany us in this apostolate through Facebook for several years, your prayers for us have been always the most important type of help, it has been thanks to the Holy Family and your prayers that after these 17 years in Sepphoris, thanks to God little by little, the monastery has improved, along with the simplicity that we always hope to be able to preserve. In this opportunity we want to make an extra special request to those who can collaborate with anything, economically speaking, because every contribution is of great value to us.

That is why to benefit this holy place, that thanks to God has become more known as a place of pilgrimage, we have made two projects that we hope will be of great benefit those same pilgrims who visit us every day.

You may already know that our simple lifestyle does not allow us to achieve the completion of the projects without help, (the main one -we repeat-, are your pious prayers.)

Account to help: paypal.me/casadesantaana

First project: IMAGE OF SANTA ANA

Definitive placement of the beautiful image of St. Anne given by the parish, dedicated to our beloved saint in Arizona, which through Fr. Sergio Fita, pastor at that time, made the generous collection for the beautiful image made of marble from Carrara, Italy. Two meters high and a beauty that really touches the heart; and not only that, but they even took care of the transfer to here: eternal thanks! The drawback so far has been the difficulty to find a company for the definitive placement of the image; due to both the difficult terrain of the monastery and the cost of the placement itself. By the grace of God, a Christian man from Nazareth offered to do the installation without asking for more than what was necessary for the materials (the base of the image) and to pay for the necessary machinery (an incredible difference compared to the first company we consulted with). Once the confirmation is given, in only two weeks our beloved Saint Anne with the Blessed Virgin child will be in its definitive place, for the devout veneration of all those who come to visit the place, sanctified by the Holy Family even the grandparents!

The cost of this project is NIS 14,930 (4,078.52 dollars at present).

Second project: ROOF FOR PILGRIMS

As those who have come to visit us know, the monastery is extremely simple in its external appearance: the imposing ruin of the basilica with its small chapel for about 15 people, the olive trees garden and the garden of the Virgin and the two rooms and dining room of the monks, nothing more. That is why when the sun rises (which here is very strong and with high temperatures), unfortunately we cannot offer the pilgrims any shade other than that of some small tree, which we have been trying to solve for years but it has been impossible. That is why we are also asking for your help to finance this second project, which consists of a large wooden roof of 6 x 6 meters, very firm due to the strength of the wind at midday here, especially in summer, and as a shelter for those who come to pray, which would be located next to the so-called mirador, which is the lower part of the wall of the monastery that looks towards the fields below the monastery, a really nice view.

The cost of this project is NIS 36,410 (9,941.68 dollars at present).

Being such a large amount, we will obviously start with the placement of the image and then move on to the roof for the pilgrims, looking for our part to continue to collect what is needed until we have everything. If we manage to get everything we will let you know immediately so that you do not continue to donate, we do not want to abuse your generosity, as soon as the monetary goal has been reached we will notify all of you.

Thank you very much to all of you, dear friends, we remind you that your prayers are the most valuable contribution for us, because thanks to them this simple monastery little by little has become a place of pilgrimage and apostolate that only God knows how many people it has been able to help a little, We say this in the light of the messages that reach us internally thanking us on more than one occasion for some word, some homily, some phrase of a saint that someone, only by the grace of God, has read at an important moment and
Which God has used to touch a heart or simply to instruct in regards to our faith.

We are grateful to all of you and with our blessing, in Christ and Mary:

Monks of the Monastery of the Holy Family,
Sepphoris, Holy Land.

 

 

 

 

 

39º aniversario de la fundación del Instituto del Verbo Encarnado

Nuestra querida familia religiosa
Queridos amigos:
Como bien sabemos la perseverancia en la vocación es un regalo que debemos pedir constantemente y proteger mediante la fidelidad; y al mismo tiempo debe convertirse en una constante acción de gracias al Cielo por tan preciado don. Es por eso que en esta oportunidad les compartimos nuestra alegría y acción de gracias a Dios por habernos concedido hasta ahora 39 años de existencia, durante los cuales nuestra pequeña familia religiosa se ha ido extendiendo poco a poco por el mundo a través de las variadas y lejanas tierras de misión donde el anuncio del Evangelio se lleva a cabo bajo un carisma especial, y donde nuestros misioneros, aun con todas nuestras limitaciones y defectos, buscan darle a Dios la gloria que se merece y trabajan por las almas en favor del plan de salvación, sea desde las escuelas, sea desde las parroquias, sea desde la selva; en ciudades o lugares apartados, dando catecismo o confesando, pero especialmente llevando a Jesucristo Sacramentado y su evangelio, entrando en las diferentes culturas con aquel siempre fecundo espíritu misionero que se riega con las cruces y afrentas sobrellevadas y ofrecidas con generosidad, y aprendiendo más y más a desconfiar de nosotros mismos para poner en Dios toda nuestra confianza. Gracias a Dios por permitirnos formar parte de esta familia, a Él le seguiremos pidiendo siempre la perseverancia y la fidelidad a nuestra consagración.
Para esta ocasión nos preparamos con la correspondiente novena a la solemnidad de la Encarnación de nuestro Señor, y ya el día anterior nos juntamos con nuestros padres y hermanas de Belén, así como con un grupo de peregrinas que celebraban sus 30 años de votos venerando los santos lugares. El día de la solemnidad participamos de la santa Misa en la basílica de la Anunciación en Nazaret, presidida por el Patriarca y concelebrada por más de 50 sacerdotes, teniendo además la presencia de varios obispos y tal cantidad de feligreses de Nazaret y peregrinos que la basílica estaba totalmente llena.
Posteriormente se llevó a cabo la hermosa coronación de una imagen de san José y el Niño Dios frente a la gruta misma de la Encarnación, donde además pudimos renovar nuestros votos religiosos en una sencilla pero emotiva ceremonia, para dar gracias también todos juntos y a continuación realizar el tradicional almuerzo festivo, entre cantos en distintos idiomas según los misioneros asistentes, y teniendo muy presente aquellas hermosas palabras de nuestras constituciones: “En nombre de Cristo queremos constituir una familia religiosa en la que sus miembros estén dispuestos a vivir, con toda radicalidad las exigencias de la Encarnación y de la Cruz, del Sermón de la Montaña y de la Última Cena. Donde se puedan vivir los anonadamientos de Nazaret y del Calvario, donde se entre en las confidencias del Tabor y de Getsemaní. Donde se experimente la paternidad del Padre, la hermandad del Hijo y la inhabitación del Espíritu Santo, amándonos de tal manera los unos a los otros por ser hijos del mismo Padre, hermanos del mismo Hijo y templos del mismo Espíritu Santo, que formemos un solo corazón y una sola alma (Act 4,32).”
Damos gracias a Dios por esta solemnidad tan importante para nosotros, ya que vio nacer a nuestra querida Congregación, y pedimos por el aumento, perseverancia y santificación de las vocaciones sacerdotales y religiosas para la Iglesia.
Con nuestra bendición, en Cristo y María:
Monjes del Monasterio de la Sagrada familia.
En Facebook:
https://www.facebook.com/m.seforis/posts/pfbid02W99as55bFfEg7F7UfRz8EaucSNsafY9PXftoqDn1FtPe3G2ryEgCHRigPPjkdrtVl

Bautismo de Matías José en el monasterio

Primer bautismo aquí en siglos
Queridos amigos:
Es una gran alegría para nosotros, así como para la familia del pequeño Matías, contarles que gracias a Dios hemos podido celebrar ayer el ingreso oficial y sobrenatural a la Iglesia de este nuevo hijo de Dios, quien acompañado por sus padres, padrinos, familia, amigos, religiosas y miembros de nuestra Tercera Orden aquí, en Tierra Santa, pudo recibir el sacramento que inaugurara nuestro Señor Jesucristo en el Jordán, con las aguar de este mismo río pero celebrado aquí, en la casa de los abuelos de nuestro Señor.
Sandra y Matán, sus padres, desde el principio quisieron que la celebración se realizara aquí, ya que son de nuestros feligreses habituales con quienes tenemos una amistad ya desde hace años y sienten por el monasterio algo especial que deseaban transmitir a Matías, su tercer hijo, desde sus primeros meses de vida, quien -como decíamos ayer en la homilía de la ceremonia-, “Por estar bautizado tendrá derecho, después, a la Sagrada Comunión, a recibir la Confirmación, a reconciliarse con Dios mediante la Confesión, a sellar en su madurez la vocación que late ya en su corazón, mediante el matrimonio o una entrega más profunda si así Dios se lo pide; y también tendrá derecho a recibir ese alivio tan esperado por los enfermos y agonizantes con la unión de los enfermos… y hay más todavía: a partir de hoy comienza la historia de la santificación de Matías mediante la educación de sus padres en la fe y en las virtudes, responsabilidad hermosa que ellos asumen delante de Dios para con sus hijos, y mediante la ayuda sobrenatural de la vida de la gracia que hoy comienza a desarrollarse en su alma, donde el agua viva produce vida, pero vida divina, vida sobrenatural, vida que exige eternidad… y vida que se irá como acrecentando más y más en la medida que se vaya asemejando a la vida de Jesucristo, el Hijo natural de Dios.”
Posteriormente tuvimos los respectivos festejos en el jardín, donde sus padres no dejaban de contar la alegría que sentían porque aquí en Séforis, “Matías es histórico”, ya que debe ser el primer bautizado en siglos, al menos desde que la basílica estaba aun edificada completamente: “tan pequeño y ya haciendo historia”, bromeábamos con ellos mientras compartíamos su alegría.
Damos gracias a Dios y a la Sagrada Familia por este acontecimiento tan importante en la vida de todo católico y de su familia, impronta imperecedera de toda alma llamada a la filiación divina; y encomendamos a sus oraciones a este pequeño y su familia, y a todas las familias cristianas, para que sepan inculcar en sus hijos las virtudes que pueden forjar santos desde la familia e ir aprendiendo a conquistar el Cielo enamorados de Dios y siempre firmes en la fe.
Con nuestra bendición, en Cristo y María:
Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia,
Séforis, Tierra Santa.
En Facebook (más fotos):
https://www.facebook.com/m.seforis/posts/pfbid0iizbDizshutPqTyVKnwvhd3hqHgFEkRy8ceBwUfdEPrpdGC5PQH3UC44JAocMqJpl

“Toda una vida junto a un alma magnánima”

Visita del cardenal Stanisław Jan Dziwisz, secretario personal de san Juan Pablo II durante cuarenta años

No es una novedad afirmar que Dios no deja de bendecirnos, y es que todos sabemos bien que la Divina Providencia no descansa ni deja de sorprendernos tanto con su atención a nuestras necesidades cuanto con aquellos “detalles” tan valiosos que podemos ver a lo largo de nuestra vida… y también con aquellos que no vemos y que recién en la eternidad llegaremos a conocer. Bendito sea Dios. En esta oportunidad les queremos compartir uno más de aquellos hermosos detalles que Dios nos ha querido conceder, sumamente significativo para nuestra familia religiosa del Verbo Encarnado, y es la gracia de haber podido recibir al cardenal Stanisław Jan Dziwisz, quien durante cuatro décadas asistió como secretario a quien actualmente veneramos como santo, como el Papa Magno, san Juan Pablo II, bajo cuyo pontificado nació nuestra pequeña congregación y a cuyo magisterio tanto le debemos.

La visita fue una verdadera sorpresa. Nos llegó de pronto un mensaje del P. Jerzy Kraj, amigo de nuestros sacerdotes en Chipre a quien habíamos podido conocer nosotros en Jerusalén hace unos meses, preguntándonos si podría venir con el Cardenal y un grupo de sacerdotes polacos a visitarnos, concretando en seguida la visita y preparándonos lo mejor posible dentro de la sencillez del monasterio. Y justamente fue la sencillez lo que primero se dejó ver cuando recibimos a su Eminencia, quien desde el momento en que nos saludó hasta que se despidió, se mostró siempre muy cercano y paternal, muy interesado en lo que implica la vida contemplativa en un lugar tan especial, y haciéndonos constantes preguntas, al mismo tiempo que se alegraba y nos incentivaba a seguir trabajando por el Señor.

Apenas llegó el grupo nos presentamos y fuimos poco a poco hacia la capilla, mientras nos contaba acerca de nuestros sacerdotes en Cracovia, a quienes estima mucho y a quienes de hecho llamó por teléfono para que nos pudiéramos saludar, un gran gesto por medio del cual pudimos “extender la visita” por unos minutos con el P. Bernardo Ibarra, misionero en aquella ciudad. Apenas entramos a la capilla su Eminencia se arrodilló a rezar, mientras el P. Jerzy explicaba en polaco algo acerca del monasterio. A continuación, el Cardenal preguntó quién de nosotros tocaba el órgano de la capilla, para poder cantar la Salve todos juntos a la Virgen; fue así que el P. Gonzalo comenzó en seguida a tocar, mientras todos juntos acompañamos el solemne canto que terminó con la bendición solemne de parte del Cardenal a todos los presentes. En ese momento lo invitamos a tomar el café y fue allí donde pudimos aprovecharlo un poco más con lo interesante de lo que nos comentaba.

Apenas vio el libro sobre san Juan Pablo II que habíamos dejado encima para no olvidarnos de pedirle una dedicatoria, él mismo se adelantó y nos dedicó unas líneas: “Con mi bendición y mis mejores deseos para su futuro por el bien de la Iglesia. Cardenal Stanislao”.

Entre otras cosas nos instó a rezar mucho por las vocaciones y seguir siempre adelante al servicio de Dios con gran entusiasmo, agradeciendo también la cercanía de nuestros sacerdotes. Pero quisiera destacar especialmente dos profundos comentarios de los cuales no dejamos de sacar fruto aun después de su partida y que nos han quedado muy presentes hasta ahora:

1º) “Habéis hecho una buena elección; para evangelizar en este lugar tiene más fuerza vuestra vida contemplativa que la activa”, fue su respuesta al pedirle algún consejo para nosotros en cuanto monjes en Séforis, donde somos los únicos cristianos que viven aquí. Luego de esto surgió algún comentario breve acerca de la importancia del testimonio de la vida de oración; si bien somos monjes sacerdotes, es decir, confesamos, predicamos y atendemos a los peregrinos cuando el ministerio lo requiere, debemos volver constantemente a la oración para no perder el recogimiento y seguir buscando siempre la íntima unión con Dios. Esto me hizo acordar aquel hermoso párrafo del P. Hurtado que dice: “Nuestros planes, que deben ser parte del plan de Dios, deben cada día ser revisados, corregidos. Esto se hace sobre todo en las horas de calma, de recogimiento, de oración. Después de la acción hay que volver continuamente a la oración para encontrarse a sí mismo y encontrar a Dios; para darse cuenta, sin pasión, si en verdad caminamos en el camino divino, para escuchar de nuevo el llamado del Padre, para sintonizar con las ondas divinas, para desplegar las velas, según el soplo del Espíritu. Nuestros planes de apostolado necesitan control, y tanto mayor mientras somos más generosos…”
Su Eminencia nos reiteró que rezáramos para tener más vocaciones, especialmente contemplativas porque hacen falta, todo esto siempre entre alguna sonrisa o gesto de asentimiento.

2º) En un momento el Cardenal se acercó a nosotros para darnos la mano y decirnos sonriendo lo siguiente: “el carisma de ustedes está muy fundamentado en el magisterio de Juan Pablo II, él es casi como un cofundador”, palabras que nos dejaron sumamente emocionados y que dejamos aquí testimoniadas debido a la importancia que tienen salidas de los labios de quien mejor que nadie conoció a nuestro santo patrono y, por lo tanto, poseen una autoridad y veracidad únicas.

El ex secretario de san Juan Pablo II se sentía como en casa y nos lo hizo notar en más de una oportunidad, incluso bromeando en algún momento con “nuestra juventud” (él tiene 83 años), con que “se nos llenó el comedor” (es bastante pequeño pero es el único lugar que tenemos como para recibir personas bajo un techo), y hablándonos realmente como un padre que desea infundir a sus hijos el amor a Dios y el compromiso profundo con la vocación que el mismo Dios nos ha dado.

Finalmente llegó la hora despedirnos porque ese mismo día regresaban a Cracovia, no sin antes dejarnos varias reliquias del Papa Magno y algunos otros presentes, a lo cual correspondimos con aceite de la cosecha de este año, el cual le gustó mucho y hasta nos dijo que “se lo fuéramos a dejar a Cracovia, que allá nos esperaba”…

Damos gracias a la Sagrada Familia por las gracias que nos concede, a las personas que rezan por nosotros y en esta ocasión, de manera especial, a san Juan Pablo II, quien con su legado nos ha dejado una impronta evangelizadora que deseamos hacer fructificar a la luz de nuestro carisma y la fidelidad a lo que Dios nos va pidiendo.

En Cristo y María:

P. Jason Jorquera M.

Monasterio de la Sagrada Familia.

En Facebook: