Queridos amigos:
Desde Tierra Santa invitamos a todos a unirse a esta nueva Jornada de oración y ayuno por la paz, la anhelada paz que ponga fin a esta terrible guerra que tantos sufrimientos sigue causando. No dejamos de agradecer vuestras oraciones y acompañamiento a la distancia, ojalá pudiéramos responder con largueza a todos vuestros mensajes tan caritativos y tan preciados; sin embargo, no dejamos de agradecer con nuestras oraciones, en la cuales además de la constante petición del fin de la guerra, ponemos todas vuestras intenciones, “las de todos aquellos que rezan por nosotros, los peregrinos que han pasado y pasarán por la casa de santa Ana; familiares, amigos, bienhechores y los más necesitados, de manera especial los enfermos y los más alejados de Dios”. No bajemos los brazos, sigamos llenando el Cielo de oraciones y sacrificios por la paz, paz en el mundo y paz en los corazones, sacando de entre todo este mal, de entre el lodo y los escombros de las miserias causadas por el terrible azote de la guerra, aquellos bienes misteriosos y ocultos que Dios siempre sabe sacar y brindar a quienes con mirada sobrenatural se determinen a conseguirlos: el robustecimiento de la fe, el crecimiento en el santo abandono, la firme decisión de querer santificarse, el sensato discernimiento de qué es lo esencial y lo secundario en nuestra vida; la mirada del alma fija en la eternidad, el santo deseo de rezar y ofrecer sacrificios por nuestros hermanos más necesitados, la revaloración de cómo y en qué invertimos nuestro tiempo; en fin, tomar la noble y santa decisión de llevar una vida espiritual seria, aferrada a Dios, enamorada de Dios, confiada en Dios.
Seguimos siempre en unión de oraciones queridos hermanos, ¡sigamos llenando el Cielo de oraciones y sacrificios por la paz!; que la Sagrada Familia interceda por todos vosotros, sabiendo recompensar cada uno de sus esfuerzos por ayudar a esta noble causa en que nos debemos involucrar siguiendo el llamado de la caridad de Jesucristo.
En Cristo y María:
Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia,
Séforis, Tierra Santa.