¡Monasterio lleno!

SANTA MISA Y VÍA CRUCIS DE NIÑOS
EN LA CASA DE SANTA ANA
Queridos amigos:
Por gracia de Dios, intercesión de la Sagrada Familia y de vuestras oraciones -ciertamente-, hoy por la mañana tuvimos el monasterio lleno. Hace unos pocos días, nos contactaron para pedirnos traer a varios cursos de la escuela -niños de entre 8 y 10 años-, para poder rezar el Vía Crucis y participar de la santa Misa en este lugar santo; imagínense nuestra alegría de recibir a aquellos de los cuales nuestro Señor dice que “de los que son como ellos es el Reino de los Cielos”; y en esta oportunidad, niños cristianos de Rene (pueblo vecino a Nazaret), acompañados por el P. Ibrahim Shómali, párroco; Sister Shatha, nuestro amigo Samer, a quien conocemos desde hace años, y demás profesoras que los acompañaban a rezar. Samer nos contaba que desde que comenzó la guerra es la primera vez que los niños salen lejos del colegio y a rezar así en los lugares santos así que la alegría fue notablemente visible, no sólo en el colorido de sus uniformes y de las imágenes de las estaciones del Vía Crucis que trajeron, sino especialmente en sus rostros inquietos, que nos llenaros de diversos saludos en los idiomas que se les ocurrían para saludar a los monjes extranjeros del monasterio, gracioso recuerdo para nosotros especialmente. Emotiva de ver fue realmente la participación tanto en el Vía Crucis como en la santa Misa, donde parecía que no hubiera ni un solo niño o niña cantando con fuerza y rezando con devoción; al ser cristianos, entraban con gran respeto a la capilla a saludar a quien se encuentra en el Sagrario, y con gran respeto también se despidieron luego de nosotros. Y mientras tanto, durante la sagrada liturgia celebrada afuera -pues eran unos 120 niños sin contar a los adultos-, un grupo de señoras entraba piadosamente también a la capilla a dedicarle varios cantos sagrados a la Virgen y rezar un poco. Providencialmente se encontraban aquí dos de nuestras religiosas, misioneras en Maghar, quienes nos ayudaron con el apostolado durante esta intensa y hermosa mañana llena de peregrinos.
Por gracia de Dios hemos recibido varios mensajes de grupos agendando visitas guiadas por los monjes y algunas celebraciones de la santa Misa, coloreando poco a poco, a su ritmo, la casa de santa Ana y los demás santos lugares que habían permanecido silenciosos durante la guerra.
Seguimos encomendando a vuestras oraciones la casa de santa Ana, y renovamos como siempre nuestro compromiso de rezar por vuestras necesidades e intenciones: no olviden que cada primer Domingo de mes, justamente por ellas ofrecemos la santa Misa desde este apartado y sencillo lugar de Tierra Santa, que sigue esperando silencioso a más devotos peregrinos.
Monjes del Monasterio de la Sagrada Familia, Séforis.

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