“Jesús sacramentado es y debe ser para vosotros el único y verdadero amigo”
(San Juan Bosco)
Actos que pueden hacerse en las visitas al Santísimo Sacramento
Señor mío Jesucristo que por el amor que tienes a los hombres te quedas noche y día en este Sacramento todo lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte; yo creo que estás presente en el Sacramento del Altar, te adoro desde el abismo de mi nada y te ofrezco mi reconocimiento por todas las gracias que me has hecho, especialmente la de haberte entregado por mí en este Sacramento, haberme dado por abogada a María tu madre Santísima y haberme llamado a visitarte en tu Iglesia.
Saludo hoy a tu amantísimo Corazón, y lo hago con estos tres fines: primero, en acción de gracias por este gran don; segundo para compensarte de todas las injurias de tus enemigos; tercero, con esta visita me propongo adorarte en todos aquellos lugares de la tierra donde eres menos adorado y mas abandonado.
Oh, Jesús mío, te amo con todo mi corazón, me arrepiento de tantas veces que he ofendido en lo pasado tu bondad infinita. Propongo en adelante no ofenderte más con el auxilio de tu gracia y, aunque miserable, me consagro ahora mismo a ti y te hago ofrenda de toda mi voluntad, de mis afectos y deseos de todo cuanto tengo y poseo. Haz en adelante lo que quieras de mí y de mis cosas. Solo quiero tu santo amor, la perseverancia final y el cumplimiento perfecto de tu voluntad. Te recomiendo a las almas del Purgatorio, especialmente de las que fueron más devotas del Santísimo Sacramento y de María Santísima. Te recomiendo también a todos los pobres pecadores. Uno, en fin, oh amable Salvador mío, todos mis afectos a los de tu corazón amorosísimo, y así unidos los ofrezco a tu Eterno Padre, rogándole en tu nombre y por tu amor los acepte y los atienda.
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar, Sea por siempre bendito y alabado.
Tres Padre nuestros, Ave Marías y Glorias.