“Las Obras de la Cuaresma”

POESÍA
(Décima en cuatro estrofas)
P. Gonzalo Arboleda, IVE
El ayuno que hoy se eleva
en este tiempo sagrado
dejará el cuerpo cansado
mientras que el alma renueva.
Porque aquí la gracia nieva
para los que se desdeñen
y su apetito ordeñen
aunque les cause gran duelo;
ayuno, serás consuelo
para los que en ti se empeñen.
Junto al ayuno se impone
de la limosna el mandato;
sin duda será un ingrato
quien a dar no se propone.
El que bienes amontone
que sepa que no es su dueño;
y si privara al pequeño
de lo que le es menester
por no querer él perder:
será para el fuego leño.
Limosna y ayuno quieren
con la oración compañía;
las tres serán dura guía
sanando al tiempo que hieren.
Los que a la oración se dieren
con humildad y esperanza
a meditar en la lanza,
los clavos y las espinas,
sacarán de aquellas ruinas
la fuerza que todo alcanza.
Las tres obras meritorias
limosna, oración y ayuno
no pueden dar fruto alguno
a los que las creen victorias
y no serán más que historias
si les faltase el llorar,
el deseo de cambiar,
el corazón compungido.
El que hiciere aquí su nido
en la Pascua ha de cantar.