Poesía dedicada a la Virgen
Dios te salve María,
noble albricia del Amor,
causa de nuestra alegría
y alabanza del Señor;
Llena eres de gracia
por divina dilección;
tu alma pura, sin falacia,
no conoce corrupción;
El Señor está contigo
como el sol junto a la luz,
como está en la espiga el trigo
o los brazos en la cruz.
Bendita, Madre, tú eres
-oh sagrario celestial-
entre todas las mujeres,
por ser Madre Virginal,
Y bendito sea el fruto
de tu vientre: tu Jesús,
cuya entrega fue el tributo
que agradó al Padre en la cruz.
“Santa María”, te aclaman
los creyentes con su voz,
y en los cielos te proclaman
como aquí, “Madre de Dios”;
Ruega tú, Corredentora,
por nosotros, pecadores,
desde ahora y en la hora
de la muerte y sus albores.
Amén.
P. Jason.
Linda poesía. Debemos recitar cada día para invocar la protección de la Madre Celestial.
Que la Virgen María nos auxilie y bendiga cada instante de nuestra vida.
Gracias a ella por decir SÍ y ser la Madre de nuestro Redentor.
Gracias Padre Jason por compartir esa poesía que debe oración permanente.
Bellísima composición