Nuevo Administrador Apostólico del Patriarcado Latino

El Papa Francisco nombró al Padre Pierbattista Pizzaballa O.F.M como  nuevo Administrador Apostólico del Patriarcado Latino

imagesSu Santidad el Papa Francisco aceptó la renuncia de Su Beatitud Fouad Twal, que ha llegado a la edad requerida, de conformidad con el artículo 401, § 1 del Código de Derecho Canónico. Su Santidad ha nombrado el Padre Pierbattista Pizzaballa, OFM, anterior Custodio durante doce años, como Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén sede vacante, hasta el nombramiento de un nuevo Patriarca.

Los obispos, el clero y los fieles del Patriarcado Latino, agradecen de corazón al Patriarca Fouad Twal, que acaba de terminar su misión y dan la bienvenida al nuevo Administrador Apostólico, enviándole sus mejores deseos para su misión. Toda la diócesis se une en oración por las intenciones del Patriarca Emérito y del nuevo Administrador Apostólico.

La ordenación episcopal del P. Pizzaballa se llevará a cabo en septiembre.

El P. Pizzaballa nació en Cologno al Serio (Italia) en 1965, pronunció los votos perpetuos en 1989 y fue ordenado sacerdote en 1990. Después de su Bachillerato en Teología en el Pontificio Ateneo Antonianum de Roma, completó sus estudios en el Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén y posteriormente fue profesor de hebreo bíblico en la Facultad Franciscana de Ciencias Bíblicas y Arqueológicas de Jerusalén.

Comenzó su servicio en la Custodia de Tierra Santa en 1999 y en 2011 fue nombrado Guardián del convento de los santos Simeón y Ana en Jerusalén. Se ha dedicado a la pastoral de los fieles católicos de expresión hebrea y fue nombrado vicario patriarcal de 2003 a 2008. Fue elegido Custodio de Tierra Santa y Guardián de Monte Sión en 2004, cargo que ha desempeñado hasta el pasado mes de abril.

c14d6b52-5da0-4b31-98cd-bb6e3dbc0cb0_largeEn un mensaje difundido por el Patriarcado Latino de Jerusalén, el P. Pizzaballa pidió oraciones a los fieles por esta nueva labor. “Como a los apóstoles (…) también a mí el Señor, a través del Papa, pide regresar a la Ciudad Santa después de mi experiencia como Custodio”, expresó.

“No escondo estar sorprendido por tal pedido, conociendo mis personales y objetivos límites. Pueden por tanto imaginar cuál sea mi ansiedad y preocupación por el encargo que me fue confiado. Puedo también comprender sus tantas preguntas y quizá también cualquier perplejidad”, expresó.

Sin embargo, afirmó, “sé bien que es Él quien llama y manda y en Él confío”.

El nuevo Arzobispo aseguró que regresa a Jerusalén “con el deseo de servir sobre todo al clero local y a toda la comunidad, pidiendo a todos comprensión, amistad y colaboración”.

En ese sentido, dijo que hoy, en la Solemnidad de San Juan Bautista, “vengo enviado delante del Señor para prepararle el camino justo donde comenzó todo”. Una labor, afirmó, realizada por su predecesor y que compartirá con el pueblo y clero que se le ha confiado. “Preparar el camino, otra cosa no se nos ha pedido”, señaló.

Asimismo, se refirió a los jóvenes y recordó que “son el futuro de nuestra Iglesia y a ellos miramos con esperanza y confianza”.

“La salvación tiene la ‘forma’ del encuentro: secundando la invitación del Papa Francisco, quisiera que volviese a salir de Jerusalén, de esta Tierra Santa y herida, para nosotros y para toda la Iglesia, la capacidad de encontrarnos y de acogernos los unos a los otros, construyendo caminos y puentes y no muros”, con “los hermanos y amigos hebreos y musulmanes” y con todos los que tienen necesidad de misericordia y esperanza”.

Solo así podremos responder plenamente a la especial vocación de la Iglesia de Jerusalén, Iglesia de los Lugares Santos”, expresó.

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