Un signo mariano

Escapulario de Nuestra Señora

del Monte Carmelo

P. Enrique González, IVE

 ¿Qué es el Escapulario?

stoescapulario-fot2El escapulario de Nuestra Señora del Carmen es un poderoso sacramental, es decir, es un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se confieren efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia, poder conferido por Nuestro Señor Jesús cuando dijo a sus Apóstoles: “Todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mt 18,18). Decía el San juan Pablo II: En el signo del Escapulario se evidencia una síntesis eficaz de espiritualidad mariana, que alimenta la devoción de los creyentes, haciéndoles sensibles a la presencia amorosa de la Virgen Madre en sus vidas. El Escapulario es esencialmente un «hábito». Quien lo recibe viene agregado o asociado en un grado más o menos íntimo a la Orden del Carmelo, dedicada al servicio de la Virgen para el bien de toda la Iglesia . Quien viste el Escapulario viene por tanto introducido en la tierra del Carmelo, para que “coma de sus frutos y bienes” (Jr 2,7), y experimenta la presencia dulce y materna de María, en el compromiso cotidiano de revestirse interiormente de Jesucristo y de manifestarlo vivo en sí para el bien de la Iglesia y de toda la humanidad.

San Simón Stock y el Escapulario

San simon stock recibiendo el escapulario
San simon stock recibiendo el escapulario

San Simón Stock nació en Inglaterra en 1165 y fue Prior General de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo que tuvo sus orígenes en el Monte del mismo nombre en Tierra Santa. En el siglo XIII, cuando fue invadida la región por los musulmanes, los monjes carmelitas sufren varias masacres y un gran grupo huye a Europa donde se convierte en una orden mendicante (viven únicamente de las limosnas). La historia sostiene:

San Simón era un hombre de gran santidad y devoción, que siempre en sus oraciones pidió a la Virgen para socorrer a su Orden ante los peligros que la acechaban. La Virgen se le apareció sosteniendo el Escapulario en la mano diciendo:

“Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno”

Es una “Señal” del cuidado y solicitud con que ella vela por sus hijos. Ella se hace nuestra Patrona, cuida de nosotros como madre y hermana. Madre, porque nutre la vida divina en nosotros y nos enseña el camino hacia Dios. Hermana, porque camina con nosotros en el viaje de transformación invitándonos a hacer nuestra su propia repuesta; “Hágase en mí según tu palabra”.

El Escapulario, signo mariano

VIRGEN DEL CARMEN NUESTRA SEÑORA DEL MONTE CARMELO MENSAJESDEDIOSALMUNDO.BLOGSPOT.png0.png1.png2.png3.pngE.pngSEl Escapulario ahonda sus raíces en la larga historia de la Orden, donde representa el compromiso de seguir a Cristo como María, modelo perfecto de todos los discípulos de Cristo. Este compromiso tiene su origen lógico en el bautismo que nos transforma en hijos de Dios.

La Virgen nos enseña: a vivir abiertos a Dios y a su voluntad, manifestada en los acontecimientos de la vida;

-A escuchar la voz (palabra) de Dios en la Biblia y en la vida, poniendo después en práctica las exigencias de esta voz.

-A orar fielmente sintiendo a Dios presente en todos los acontecimientos.

-A vivir cerca de nuestros hermanos y a ser solidarios con ellos en sus necesidades.

El Padre Gabriel de Santa María Magdalena de Pazzi, OCD, una autoridad venerada en la espiritualidad carmelita, escribió el significado de la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo:

Nuestra Señora quiere que nos asemejemos a ella no sólo en nuestra vestidura exterior, sino, mucho más en corazón y espíritu. Si miramos en el alma de María, veremos que la gracia hizo que floreciera en ella una vida espiritual de riqueza incalculable: una vida de recogimiento, de oración, la oblación ininterrumpida a Dios, de contacto continuo, y de unión íntima con Él.

[…] Los que quieren vivir la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo al máximo deben seguir a María en las profundidades de su vida interior…”

Las promesas de llevar el Escapulario

El 16 de julio 1251 la Santísima María hizo esta promesa a San Simón Stock:

Toma este Escapulario, será un signo de salvación, una protección en peligro y una promesa de paz. Todo aquel que muera llevando este Escapulario no sufrirá el fuego eterno.” Y continúa diciendo“Usa el escapulario devotamente y con perseverancia, es mi vestidura. Para ser revestidos de él, debes estar continuamente pensando en mí, y yo a su vez, siempre estoy pensando en ti y te ayudaré a asegurar la vida eterna”.

  • Si se portan como hijos cariñosos yo me portaré con ustedes como Madre amabilísima.
  • Bendeciré las casas donde mi imagen sea honrada, y donde me recen cada día alguna oración.
  • Si se esfuerzan por alejar el pecado de sus vidas, yo me esforzaré por alejarlos de las desgracias y calamidades.
  • Si quieres tener felicidad y santidad “hagan lo que Jesús les diga”, es decir: lean el evangelio y traten de practicar lo que allí le recomienda nuestro Señor. Si así lo hacen, yo rogaré por ustedes ahora y en la hora de su muerte.
Virgen del Carmen
Virgen del Carmen

La Virgen María le prometió además, liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, creencia que ha sido respaldada por todos los pontífices ya la que refiere también San Juan Pablo II: En el signo del Escapulario se evidencia una síntesis eficaz de espiritualidad mariana, que alimenta la devoción de los creyentes, haciéndoles sensibles a la presencia amorosa de la Virgen Madre en sus vidas. El Escapulario es esencialmente un «hábito». Quien lo recibe viene agregado o asociado en un grado más o menos íntimo a la Orden del Carmelo, dedicada al servicio de la Virgen para el bien de toda la Iglesia (cfr Fórmula de la imposición del Escapulario, en el “Rito de la Bendición e imposición del Escapulario”, aprobado por la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los Sacramentos, 5/1/1996). Quien viste el Escapulario viene por tanto introducido en la tierra del Carmelo, para que “coma de sus frutos y bienes” (Jr 2,7), y experimenta la presencia dulce y materna de María, en el compromiso cotidiano de revestirse interiormente de Jesucristo y de manifestarlo vivo en sí para el bien de la Iglesia y de toda la humanidad.

Indulgencias plenarias: Se otorga indulgencia plenaria a quien use con devoción el escapulario y:

  1. Se vista con el escapulario al momento de ser inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.
  2. Celebre las siguientes festividades: Virgen del Carmen (16 de Julio o cuando se celebre); San Simón Stock (16 de mayo);  San Elías Profeta (20 de Julio);  Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre), Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre); San Juan de la Cruz (14 de Diciembre); Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre)

Indulgencias parciales: No solamente se gana una indulgencia parcial por usar devotamente el santo escapulario, también hay una Indulgencia parcial concedida por el Papa Benedicto XV a los que usen y «besen» su Escapulario con gran devoción

El Rosario y el Escapulario son inseparables

Con el fin de recibir las gracias y promesas del Escapulario, hay que llevarlo con devoción. En otras palabras, hay que estar en estado de gracia:

  • Ir a la Confesión regularmente,
  • Estar debidamente investido / inscrito por un sacerdote católico,
  • Rezar al menos el pequeño Oficio de la Santísima Virgen María o 5 décadas del Santísimo Rosario diariamente.
  • La Novena a Nuestra Señora del Monte Carmelo es opcional pero muy recomendable para mostrar el “Mater Dei” de nosotros sus sirvientes más humildes y no merecedores, teniendo así más fe en su poderosa protección e intercesión.

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